Intensidad ejidense para seguir incomensurable en Santo Domingo
PABLO LAYNEZ | EL EJIDO 03.11.2016
Los celestes superaron al Recreativo en todas las facetas del juego.
Lo bueno de volver a categoría profesional es que te permite jugar ante equipos históricos, a los que la Segunda División B es una tumba cavada a base de malas decisiones económicas, como es el caso de Recreativo de Huelva. Lo malo son los horarios tan incompresibles que pone la Federación. Mitad de la semana, en un municipio principalmente agrícola, que supone levantarse casi antes que el propio sol, y coincidiendo con noche de Champions. Un desafío a los aficionados, aunque el amor a los colores no entiende de excusas.
En un día a día muy diferente para ambas entidades, con un CD Ejido al alza, que sueña con una salvación plácida, y un Recreativo de Huelva que sigue con el agua al cuello en todos los sentidos, veían sus caras los clubes de dos municipios que hace no mucho pugnaban por la gallina de los huevos de oro que es la Primera División. Los celestes querían seguir con su magnífica racha en casa y desde el pitido inicial impusieron el ritmo y el juego. De hecho, a los cinco minutos un cabezazo de Admonio iba a gol, pero con los aficionados ya cantándolo, Robles lo sacó de la mismísima línea. Empezaban como rayos los celestes.
Ahí cometió un error grave el Recreativo. Se estiró más de lo que debía y descuidó a los rapidimos extremos celestes. Así se iba a gestar el primer gol local. El CD Ejido dejó que el equipo onubense ganara uos metros, para cogerlo a la contra y Segura remachó a gol una buena combinación por la banda izquierda. Los de Alberto González estaban muy cómodos sobre el césped y ya mandaban, el guión era idóneo.
Una vez abierto el tarro de las esencias, el plan no consistía en cerrarlo. El rival estaba tocado y los ejidenses olían sangre. Pedro Mérida, un delantero que ejemplifica que los corpulentos también saben jugar al fútbol, hizo una jugada maravillosa por la izquierda y remachó el segundo. Golazo y sin tiempo casi de saborearlo, iba a caer el tercero. Error monumental de Bonaque, ex de la UDA, Fran Oller lo acepta de mil amores y bate más solo que la una a Gálvez. Tercer balón a la red y la hinchada que se congratulaba de haberse perdido la noche europea por la tele. Para que la segunda parte tuviera algo de chicha, el Recreativo recortó diferencias con un gol en propia puerta de Sofian, al intentar despejar un pase de la muerte de Jesús Vázquez, ya con el árbitro a punto de pitar el descanso. 3-1, pero sobre todo sensación de tremenda superioridad.
La segunda mitad comenzó con la sorpresa de la expulsión del meta Gálvez por protestar. Tres goles en contra y una roja, se marchó al vestuario cubierto de gloria. Las cosas estaban inmejorables, era el momento de seguir con la misma intensidad. Y lo hizo, Alberto González tiene las cosas claras y sus muchachos no iban a ser menos. El cuarto parecía cuestión de tiempo y tuvo que ser Paquito, un extremo veloz como pocos, el que se sacara un recorte magnífico de la chistera y pusiera el 4-1 con ayuda de José.
Con el Recre entregado y dando bastante lástima, la goleada iba a ser de escándalo. Pedro Mérida hizo el quinto, Neto el sexto y si no cayeron más fue porque Arturo salvó la dignidad de un conjunto histórico que no merece pasar estos momentos.
Un equipo que tiene las ideas claras (6-1)
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