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Es posible que quiera más, que la plantilla crezca, porque el catalán ha insistido en la idea de que “un equipo que quiere subir tiene que tener gente en el banquillo”. Es algo que va en contra de la filosofía que se ha venido poniendo en práctica hasta ahora, impuesta a sus antecesores en el banquillo, todos obligados a mirar y contar con el filial. Pero ojo, no es solo cantidad, sino “que entiendan todos que no habrá ni titulares ni suplentes; los jugadores tendrán pluriempleo dentro de nuestro estilo y será enriquecedor para todos”.
Su valoración del trabajo acumulado hasta el momento no puede ser más positiva: “día a día vamos creciendo y adquiriendo conceptos y nos encontramos mejor físicamente para cogerlos”. De las incorporaciones sumadas a lo que ya había, considera que da como resultado “un bloque importante”, pero ojo, “ni mucho menos significa que vayamos a subir sin trabajo ni esfuerzo”. En gran medida, el ascenso está en el banquillo, porque un equipo que aspira “debe tener a los mejores en él, no sólo jugadores del filial”.
El encuentro con los medios de comunicación se ha desarrollado tras la sesión matutina allí donde se reúne el equipo para desayunar, todos sus integrantes juntos, antes de iniciar el trabajo. Fue una orden directa del míster a desarrollar durante la campaña, con la idea de hacer grupo y controlar mejor la alimentación de sus jugadores. Lo ha mostrado a la prensa, y a su vez a la sociedad, aprovechando para hacer un repaso a lo que va de pretemporada justo antes del punto de inflexión que supone el viaje de concentración a Asturias.
En ese sentido, su experiencia le dice que “la armonía tiene que estar por encima de todo y hay una cosa que es vital: el tema grupal”. Un modo de reforzarlo es la novedad de los desayunos juntos, lo cual considera que es “una ventaja para ellos (los jugadores), que tengan educación alimenticia”. Yendo un poco más profundo, “es una terapia nueva para la comunicación y el grupo, hacer más piña entre jugadores, staff técnico y médico”. Clave, “que sea un grupo sano, con vicios positivos y que los conflictos los resolvamos entre todos”.
Eso es algo que se va a continuar en Asturias, donde harán “muchas acciones grupales para que se conozcan los compañeros entre sí, individual y colectivamente para crecer”. Lo que diferencia al Almería de los demás puede empezar precisamente por “crecer como grupo y ser fuertes”. El entrenador rojiblanco no para de ir modificando, corrigiendo y reajustando, ya que comprende que tienen que “ver distintas pruebas tanto individual como colectivamente; un equipo como el Almería tiene que estar preparado para tener capacidad”.
En gran medida será determinante que pueda sacar la polivalencia que cada futbolista lleva de por si, y tras poner los ejemplos claros de Soriano y Corona para ciertos partidos y para otros no, y referirse a Fatau como defensivo pero que podría aparecer más arriba, asestó que “aquel jugador que sólo pueda desarrollar una sola posición lo va a tener difícil para poder jugar aquí”. Le apasiona la idea de complicarse a la hora de confeccionar un once, dando por sentado que no habrá un equipo de gala y sabido de carrerilla por nadie.
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