A raíz de Messi

PUERTA DEL SOL
A raíz de Messi
CHRISTIAN MOYA | ACTUALIZADO 15.08.2015

DESPUÉS de la última exhibición de Messi es fácil preguntarse, ¿para qué sirven las pretemporadas? Bien es cierto que estamos hablando del mejor jugador del mundo pero toda esa leyenda oculta de las pretemporadas, de acumular físico y cansancio en las piernas porque allá por el mes de mayo lo vas a necesitar, me parece un cuento chino. A raíz de Messi es fácil comprender que en esto del fútbol lo importante es jugar bien con el balón. No sería la primera vez que viésemos jugar a Zidane después de su retirada (ojo que ya son casi 10 años de aquello) y pensáramos en voz alta: "Zizou está para jugar". Y claro que estaría para jugar porque no le hace falta correr por un bosque, hacer 100 abdominales o series de velocidad para poner el balón allí donde su mente solía imaginarse. Vayamos a futbolistas más terrenales, por el momento, Isco. ¿Ustedes piensan que un jugador como Isco coge la forma haciendo posesiones y fútbol reducido o pasando horas en el gimnasio? Seguro que Rafa Benítez tiene un estudio milimétrico que explica a la perfección el número de repeticiones que el malagueño tiene que realizar para controlar un balón de treinta metros. Yo creo que el talento de un futbolista supera a cualquier estudioso del fútbol. Ahora bien, tampoco caigamos en la trampa de que solo con el talento es suficiente. Si Isco o Messi quieren correr durante 90 minutos debe haber una preparación previa, es algo obvio, pero que no nos quieran vender que gracias a esa preparación los futbolistas son más determinantes y mejores. Luego están esos otros jugadores de fútbol que viven de su físico. Sin ninguna creatividad tienden a imponer su velocidad, su fuerza o su resistencia para destacar. Hace unos años a este tipo de jugadores se les solía ver en el centro del campo de todos los equipos, y por partida doble acuérdense. Para ellos la pretemporada es capital. Sin ella quizá no podrían ni siquiera ver la velocidad a la que el balón pasa por su alrededor. La conclusión que sacó de todo esto es que o bien las pretemporadas están para los jugadores mediocres, o las pretemporadas son válidas para todos excepto a los que tienen al talento como su mejor aliado.
A raíz de Messi