FRANCISCO G. LUQUE 10 Diciembre, 2016
Alberto González, técnico del conjunto ejidense, durante un entrenamiento. / D. A.
No es nada fácil recomponerse a un duelo tan polémico como el que se vio la pasada jornada en el campo de Santo Domingo, pero al CD El Ejido no le quedaba otra y ha logrado cambiar el chip de la indignación máxima por el de la motivación absoluta para encarar con muchas ganas el difícil encuentro que le espera en casa del Mérida mañana a las 17:00 horas. A pesar de que esta semana comenzó aún con mucho ruido sobre el encuentro frente a La Roda (1-1), la plantilla celeste ha hecho borrón y cuenta nueva desde que retomaron las sesiones preparatorias el miércoles, dejando atrás un enfado generalizado, por lo ocurrido con el arbitraje en la cita ante los manchegos, y centrándose en el compromiso liguero que tendrá lugar en tierras extremeñas y en el que los almerienses buscarán una ansiada victoria que les haga volver a sumar tres puntos después de haber logrado solamente uno de los últimos nueve posibles, lo que ha llevado a los del Poniente almeriense a colocarse a solo cinco de unas posiciones de descenso en las que podría caer antes de finalizar una primera vuelta a la que le quedan dos jornadas contando esta.
Pasar el ecuador de la competición fuera de esas plazas, y a ser posible con una ventaja considerable, es el objetivo prioritario de los ejidenses para iniciar la segunda vuelta con más confianza, eludiendo el nerviosismo de rozar el peligro constantemente. Para ello, lo más importante es mentalizarse, no estancarse en situaciones como las vividas ante La Roda y seguir hacia adelante, a pesar de las adversidades. Y eso es lo que ha hecho esta semana el CD El Ejido, levantarse tras un duro e injusto golpe y llegar con la moral lo más alta posible al Romano de Mérida, donde podría reaparecer, después de tres meses en el dique seco, el mediocentro ejidense David Fernández.
Moral alta pese a las adversidades
No hay comentarios:
Publicar un comentario